El plan energético de la presidenta Claudia Sheinbaum para salvar a Pemex no convence a los expertos. BBVA lo califica de ilusorio y advierte que podría agravar la crisis petrolera.
En un análisis sin rodeos, BBVA aseguró que el plan de rescate para Petróleos Mexicanos es “un espejismo” que no detendrá ni la caída de la producción ni el colapso financiero de la paraestatal. “Se está vendiendo humo”, sentenció el reporte del banco.
La crítica se centra en el rumbo de la estrategia: en lugar de potenciar las exportaciones con mayor rentabilidad, el gobierno optó por priorizar la producción de gasolinas y petroquímicos, dos divisiones con márgenes bajos.
Y el panorama podría empeorar. Según BBVA, la reciente reforma energética que reduce la inversión privada en exploración y producción amenaza con acelerar el declive del crudo mexicano y secar las reservas.
Además, el banco advirtió que Pemex ha dejado de operar como una empresa productiva y ha vuelto a depender del presupuesto federal, lo que incrementa el riesgo para las finanzas del país. Su deuda para 2025 podría superar los 12 mil millones de dólares, y para 2026 la cifra podría escalar a más de 20 mil millones, sin contar pagos atrasados ni falta de inversión en infraestructura.
Ante este negro panorama, BBVA lanza una señal de alerta a los inversionistas: es momento de mirar a otros sectores. Recomienda enfocar recursos en empresas sólidas del consumo, telecomunicaciones y banca, destacando a corporativos como América Móvil como opciones más estables frente a la incertidumbre petrolera.
¿Rescate o espejismo? Todo apunta a que el verdadero reto energético de Sheinbaum apenas comienza… y el tiempo juega en contra.
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