Después del escándalo por su cruce verbal con el senador republicano Eric Schmitt, el presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, cambió el tono y lanzó un inesperado llamado a la diplomacia: quiere abrir diálogo con el Congreso de Estados Unidos.
Esto ocurre solo horas después de que la presidenta Claudia Sheinbaum lo “bajara del ring” con un claro mensaje: “Todo mundo debe serenarse”.
El pleito: remesas en la línea de fuego
La polémica arrancó cuando Noroña se burló públicamente de la propuesta de Schmitt, quien quiere imponer un impuesto del 15% a las remesas que millones de migrantes mexicanos envían desde EU.
La respuesta del republicano fue todavía más agresiva: amenazó con subir el impuesto al 20% “en venganza”.
Pero el golpe no solo vino del extranjero. Desde México, Sheinbaum lanzó un fuerte mensaje (aunque sin mencionar nombres) pidiendo evitar confrontaciones diplomáticas innecesarias.
“El papel de los representantes populares es proteger al pueblo de México”, afirmó la presidenta.
Noroña se defiende y ahora pide diálogo
En la sesión del Senado de este miércoles, Noroña se dijo víctima de una “campaña insidiosa” de la oposición. Aclaró que su crítica fue malinterpretada y se pronunció por el diálogo directo con Estados Unidos para evitar daños a los migrantes mexicanos.
“Estoy abierto a hablar con quien sea necesario para defender los derechos de nuestros hermanos migrantes”, aseguró.
¿Y ahora qué?
Mientras se intensifica el debate binacional por las remesas y los derechos de los migrantes, el episodio deja claro que la línea entre diplomacia y confrontación puede ser muy delgada… especialmente cuando hay micrófonos encendidos y egos en juego.
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