La elección popular de jueces en México, presentada por Claudia Sheinbaum como un hito democrático, ha encendido una tormenta internacional. Más de 20 expresidentes de Iberoamérica, entre ellos Vicente Fox, Felipe Calderón, José María Aznar y Mariano Rajoy, firmaron una carta donde denuncian que esta reforma significa la destrucción del Poder Judicial mexicano y el quiebre del equilibrio de poderes.
“El pueblo votó sin saber realmente por quién lo hacía”, afirman los exmandatarios del Grupo IDEA, al señalar que los ciudadanos enfrentaron más de 2,500 candidaturas desconocidas y mal distribuidas.
“No fue democrática”
Pese a la celebración oficial, los expresidentes calificaron el proceso del pasado 1 de junio como un montaje autoritario promovido por AMLO y Sheinbaum, destinado más a cobrar venganzas que a garantizar justicia.
Según sus cifras, menos del 13% del electorado participó en esta “farsa democrática” que ahora coloca en manos del oficialismo a gran parte del Poder Judicial.
La OEA también lo advirtió
Estas duras críticas se suman a las observaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA), que la semana pasada recomendó no replicar este modelo en otras naciones, pues pone en riesgo la imparcialidad y autonomía del sistema judicial.
¿Qué está en juego?
La reforma fue promovida por López Obrador en sus últimos días como presidente y respaldada por Sheinbaum. Con ella, se buscó remover a la Suprema Corte y reemplazarla con jueces “del pueblo”, muchos de ellos afines a Morena, el partido gobernante.
Para el Grupo IDEA, lo que México vivió no fue un avance democrático, sino el inicio de un régimen autoritario con toga y mazo.
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