Redacción Agendamx
Fuente original: Jorge G. Castañeda, “Una suerte echada”, El Universal
El círculo más cercano a Andrés Manuel López Obrador empieza a tambalearse… y Claudia Sheinbaum ya tiene la mesa servida para marcar su propio territorio en el poder. ¿La pieza sacrificable? Adán Augusto López, actual líder de Morena en el Senado, envuelto en un escándalo que lo vincula indirectamente con el crimen organizado.
La bomba estalló tras revelarse la relación entre Adán y Hernán Bermúdez Requena, su exsecretario de Seguridad en Tabasco, hoy prófugo de la justicia por delitos de alto impacto como secuestro y extorsión. La narrativa recuerda al caso García Luna, y Morena no puede permitirse cargar con otro lastre así.
La presión no es solo interna. Desde Washington crece el clamor por ver caer a “narco-políticos” de la 4T, y la cabeza de Adán Augusto podría ser el primer trofeo. Para Sheinbaum, su salida sería un golpe quirúrgico: se desharía de una de las principales herencias incómodas de AMLO sin romper abiertamente con su mentor político.
Pero no todos están convencidos. El analista Jorge G. Castañeda disiente del consenso: asegura que ni Adán ni Ricardo Monreal caerán pronto. Los compromisos sellados por AMLO siguen siendo un candado político que ni siquiera Sheinbaum se atreverá a forzar… por ahora.
Aun así, las señales son claras: EE.UU. no es Aeroméxico ni Volaris, y si la 4T cree que puede imponer su voluntad más allá del Río Bravo, pronto podría enfrentarse a una tormenta. El caso Adán es solo el principio.
🧨 ¿Será este el primer manotazo silencioso de Sheinbaum o el inicio de una guerra fría entre el pasado y el futuro de Morena?
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