Redacción Agendamx
Fuente: Claudio Ochoa Huerta, El Universal
Detrás del nuevo rostro presidencial de Claudia Sheinbaum, se mueve una figura silenciosa, temida y estratégica: Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad que llegó con una sola condición: trabajar con su gente y sin fantasmas del pasado.
Según revela el periodista Claudio Ochoa Huerta, la llegada de Harfuch al gabinete no fue sencilla. AMLO nunca lo quiso. Lo veía como un Frankenstein entre García Luna, Calderón y Gamboa. Ni siquiera le habló cuando el CJNG intentó matarlo a tiros en plena CDMX. Pero Sheinbaum lo necesitaba… y pagó caro por tenerlo. Cedió media docena de posiciones clave —como Gobernación e Infonavit— a cambio de blindar su seguridad con el hombre de hierro.
Hoy, Harfuch no solo cuida la seguridad del país, sino que limpia la casa desde adentro. El caso de Adán Augusto López —exgobernador de Tabasco y actual líder morenista en el Senado— es la prueba más explosiva: vínculos incómodos con un exsecretario prófugo por nexos con el crimen, desprecio privado hacia Sheinbaum y un historial que ya está en el escritorio del jefe policial.
La reciente revelación del general Miguel Ángel López Martínez sobre una orden de aprehensión no fue casualidad ni iniciativa militar. Fue una jugada calculada, con respaldo del más alto nivel: no de Palenque, sino de quien hoy ocupa el águila.
Y lo peor para Adán está por venir. “Si mañana se vota su continuidad como coordinador, la pierde”, dicen las fuentes. Pero el sistema lo protege… al menos por ahora. Porque si Estados Unidos descubre la mitad de lo que sabe Harfuch, todo Morena ardería. Ya hay quien lo llama el “Bejarano 2.0”.
🔎 ¿Está Sheinbaum al frente… o es Harfuch quien realmente manda?
💣 Una purga silenciosa está en marcha. Y apenas empieza.
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