A diez años del atroz asesinato de cinco personas en un departamento de la colonia Narvarte, el caso sigue sin justicia… y ahora también sin esperanza.
Las familias de Rubén Espinosa, Nadia Vera, Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete y Mile Martín exigen ser escuchadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, pero sus cartas, gritos y memoriales han sido ignorados una y otra vez.
“Prometieron justicia, pero todo fue una farsa. El segundo piso de la 4T está peor que el primero”, denunció Patricia Espinosa, hermana del fotoperiodista asesinado.
Un crimen que sacudió al país… y quedó en el olvido
El 31 de julio de 2015, cinco personas fueron torturadas y ejecutadas en la Narvarte. La escena fue brutal. Las víctimas estaban vinculadas al periodismo, la defensa de derechos humanos y el activismo. Pero más allá de tres detenidos, las investigaciones se estancaron.
Las familias aseguran que las pruebas que conectan el caso con el gobierno de Javier Duarte fueron ignoradas a propósito. “La línea Veracruz está en un cajón”, denuncian.
Del documental a la impunidad
Tras la difusión del documental “A plena luz”, que expone irregularidades del caso, las familias entregaron nuevas evidencias a la Fiscalía… que también terminaron guardadas.
Ni Ernestina Godoy, ni su sucesora Bertha Alcalde, ni la actual administración de Clara Brugada han retomado el caso. Lo mismo ocurrió cuando Sheinbaum era jefa de Gobierno. Hoy, como presidenta, tampoco responde.
Nuevo memorial, misma tristeza
En un emotivo acto frente al edificio donde ocurrió la masacre, las familias develaron el memorial “Marca de la Memoria. Caso Narvarte”. Rodeados de flores, copal y fotos, gritaron:
“¡Ni perdón ni olvido!”, “¡Justicia para Rubén, Nadia, Yesenia, Alejandra y Mile!”
Ahí también compartieron el lanzamiento de un memorial digital, disponible en memorialnarvarte.org.
“Nos siguen revictimizando”
Indira Alfaro, madre de Yesenia, confesó con la voz quebrada:
“Llevamos 10 años sin justicia. La siguen revictimizando. El gobierno no ha hecho nada. ¡Nada!”
Promesas rotas y autoridades sordas
Las familias no olvidan que la entonces fiscal Godoy les prometió resolver el caso en un año… y se fue sin decir adiós. Ni la Ley de Memoria, ni los discursos oficiales han servido para garantizar verdad ni justicia.
Mariana Gómez, de la Secretaría de Cultura, admitió: “El Estado ha fallado. Hay desconfianza, y con razón.”
💬 ¿Cuántos años más tendrán que pasar para que el Caso Narvarte no sea solo una herida abierta, sino una herida atendida?
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