En medio del escándalo por la red de “huachicol fiscal” que sacude a las aduanas del país, el gobierno de Claudia Sheinbaum decidió reinstalar a un viejo conocido del lopezobradorismo: Rafael Marín Mollinedo, uno de los hombres más cercanos al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con una investigación de Latinus, Marín Mollinedo posee al menos diez propiedades en Cancún, entre ellas un departamento de lujo en el exclusivo complejo Shark Tower, valuado en 15.5 millones de pesos. El edificio, de 20 pisos, presume marina privada, campo de golf y tres albercas, símbolo del lujo caribeño.
Pero lo que más llama la atención no es el lujo, sino la opacidad: cinco de esas propiedades no aparecen en su declaración patrimonial.
Marín, quien ya había encabezado la Agencia Nacional de Aduanas en 2022 —justo cuando comenzó a operar una compleja red de contrabando y facturación falsa— renunció tras siete meses para ocupar un cargo diplomático ante la Organización Mundial de Comercio.
Ahora, con Sheinbaum al mando, el polémico funcionario vuelve a las aduanas justo cuando el país enfrenta uno de los mayores escándalos fiscales de los últimos años.
El regreso de Marín Mollinedo ha levantado sospechas y críticas dentro y fuera del gobierno. En redes sociales, usuarios ironizan sobre su “experiencia en la materia”, mientras analistas advierten que el reciclaje de figuras del viejo lopezobradorismo podría enterrar la promesa de limpiar las aduanas.
En resumen: el “zar de las aduanas” regresa con más poder, más lujos y más sombras.
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