El miedo paralizó a Huixcolotla. Tras el brutal asesinato de tres policías municipales, todos los agentes de la corporación renunciaron en masa, dejando al municipio sin cuerpo de seguridad y en manos del caos.
El secretario de Gobernación estatal, Samuel Aguilar Pala, reveló que el edil Manuel Alejandro Porras Florentino pidió protección personal urgente luego de recibir amenazas telefónicas. Una situación similar vive el alcalde de Eloxochitlán, Delfino Hernández Hernández, tras la ejecución de tres personas durante el 1 y 2 de noviembre.
“Ambos presidentes recibieron llamadas amenazantes, por eso piden intervención de Seguridad para su protección”, confirmó Aguilar.
Ante la renuncia colectiva, el Gobierno de Puebla ordenó la intervención inmediata de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y del Ejército Mexicano, que ya patrullan las calles del municipio.
El titular de la SSP, vicealmirante Francisco Sánchez González, informó que la Fiscalía General del Estado investiga el asesinato de los agentes Roberto Pérez Trinidad, Arturo Jiménez y Yusami Monterrosas Aguilar, acribillados dentro de su patrulla.
La desbandada policiaca destapa una crisis de miedo y vacío de autoridad que se extiende por los municipios poblanos. En Huixcolotla, el silencio de las sirenas solo confirma lo que los habitantes ya saben: el crimen ha tomado el control, y el Estado llega tarde otra vez.





