Una imagen que nadie esperaba sacudió la jornada electoral: elementos de la Marina y el Ejército aparecieron dentro del salón del Consejo General del INE, en plena sesión oficial. Colocados justo detrás de la presidenta Guadalupe Taddei y visibles para las cámaras, su presencia encendió las alarmas entre consejeros y exconsejeros del organismo.
Aunque la colaboración entre el INE y las Fuerzas Armadas durante las elecciones es una práctica común, nunca antes se había visto a militares dentro del recinto de decisiones, lo que muchos interpretan como un símbolo de presión o intervención indebida.
¿Un mensaje disfrazado de protocolo?
Los cuatro uniformados formaban parte de la mesa de seguridad conjunta, que opera desde la madrugada de la elección. Sin embargo, su ingreso físico al salón generó malestar incluso dentro del órgano electoral.
“Nunca habíamos visto algo así”, admitió el consejero Jaime Rivera.
“Es un mensaje claro: el INE ha dejado de ser autónomo”, denunció el exconsejero Alfredo Figueroa.
“Colaboración sí, presencia en el pleno no”, advirtió Lorenzo Córdova, expresidente del INE.
Cámara, micrófono y uniforme
El hecho de que los militares fueran ubicados estratégicamente detrás de la presidenta Taddei, en una zona visible para las transmisiones, alimentó las suspicacias: ¿fue un descuido o una puesta en escena?
Para muchos, esta imagen se convierte en símbolo de los nuevos tiempos políticos, donde la delgada línea entre coordinación y cooptación parece más borrosa que nunca.
EN RESUMEN:
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Militares ingresaron por primera vez al salón del Consejo del INE.
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Fueron colocados justo detrás de la presidenta del organismo.
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Consejeros y exconsejeros califican el hecho como inédito e inquietante.
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Crece la preocupación por la autonomía real del árbitro electoral.
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