Defensora de derechos humanos, torturada y violada por policía de Tlapa, en Guerrero

Héctor Astudillo, gobernador del estado de Guerrero, solicitó a la Fiscalía General del Estado realizar una investigación “seria, profunda y objetiva” respecto al caso de violación denunciado por la defensora de derechos humanos, Yndira Sandoval, el pasado mes de septiembre.

A través de su cuenta de Twitter, el Gobernador señaló que es su “prioridad y compromiso velar por las mujeres guerrerenses“, además, enfatizó que en el gobierno de Guerrero no se tolerará “un solo acto que vulnere a niñas y mujeres”.

Estas declaraciones se dan luego de que el domingo 22 de octubre, la Fiscalía General del Estado de Guerrero anunciara que ya se estaba investigando “el presunto delito de violación prepetrado en agravio de Yndira “N”“, después de que participara en una conferencia en la Universidad Autónoma de Guerrero sobre la violencia contra las mujeres.

La activista relató que los hechos ocurrieron el pasado 16 de septiembre, después de salir de la Clínica San Antonio, a la cual había acudido con un compañero ya que se accidentó con un clavo en una zona cercana a un seno. Sandoval explica que al ser atendida el doctor le iba a cobrar 2 mil pesos pero bajó el precio a 900 pesos, los cuales debían ser pagados en efectivo.

Al dirigirse al cajero se percató que había olvidado su celular por lo que regresó a la clínica y encontró a un grupo que un grupo de elementos de la policía municipal de Tlapa intentaban llevarse a su compañero por supuestamente negarse a pagar la cuenta.

La antropóloga social cuestionó las acciones de los policías por lo que una agente también la detuvo. Al negarse a subir a la patrulla, la policía identificada como Claudia Juárez Gómez, la aventó al interior del vehículo y le apretó la herida a pesar de que ella le mencionó que estaba lastimada.

Una vez que fue trasladada a la cárcel municipal, Yndira fue puesta en una celda y la misma policía que la lastimó en la camioneta comenzó a manosearla, le bajó el pantalón e introdujo sus dedos de manera violenta en su vagina.

“Me penetró con sus dedos, me lastimó mucho. Luego me soltó, me aventó, me pateó, mientras otra mujer policía, cómplice, vigilaba la entrada a la celda. Yo ya no sabía qué seguía después de la tortura”, relató Sandoval Sánchez a La Jornada.

Al ser liberada, al día siguiente de la agresión, la defensora de derechos humanos acudió a la Fiscalía General de Guerrero a denunciar el hecho pero recibió burlas y corroboró la ineficacia de los servidores públicos en estos casos.

“El hecho que me violara una mujer me confirma que nos está carcomiendo el propio sistema, que normaliza la violencia y nos quiere obligar a pensar que este es nuestro destino. Las instituciones están podridas. Quiero caminar sin miedo; el Estado me pudo haber quitado la seguridad, pero no me va a quitar ni la dignidad ni mi vocación de seguir defendiendo los derechos de las mujeres”, concluyó.

En redes sociales el caso ha causado indignación, por lo que se promueve el hashtag #TodasSomosYndira.

Aristegui Noticias