Ramírez de la O, a inaugurar una nueva era en Hacienda

MÉXICO, D.F., 12ABRIL2012.- José Antonio Quesada Palacios, director del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), se despide del candidato presidencial del Movimiento Progresista Andrés Manuel López Obrador, al finalizar el desayuno que tuvo el tabasqueño con financieros. Atrás del candidato su jefe de seguridad el general Audomaro Martinez Zapata. FOTO: MOISÉS PABLO /CUARTOSCURO

Con la llegada de Rogelio Ramírez de la O como nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se podrá hablar de una nueva era en la segunda parte de la administración lopezobradorista si logra una independencia en el quehacer fiscal.

Con él regresa la generación de secretarios de Hacienda economistas egresados de la UNAM, desde que Guillermo Ortiz y José Ángel Gurría ocuparon el cargo.

Varios de los últimos titulares en la de la SHCP fueron egresados del ITAM, uno del prestigiado Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), otro del Tecnológico de Monterrey y uno de la UAM.

Aún sin tener una carrera dentro del servicio público, pero muy cercano al Ejecutivo, analistas consultados dicen que la expectativa es que Ramírez de la O tenga la libertad de actuar como una verdadera autoridad fiscal.

Ese será el verdadero reto, pese a que despachará en Palacio Nacional, mismo lugar de residencia del Presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Lo anterior rememorando al expresidente Luis Echevarría Álvarez, quien acuñó la frase “la economía se maneja desde Los Pinos”, cuando despidió a su secretario de Hacienda, Hugo B. Margain, después de una polémica propuesta de reforma fiscal.

Podría ser un súpersecretario al estar más involucrado en temas de energía y la banca de desarrollo, considera el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.

Otros, como el profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raúl Feliz, opina que no es que se inaugure una nueva era, es más bien un periodo diferente, personalidades distintas. “Una nueva época sí podría ser”, dice.

Sin embargo, considera que tres años es muy poco tiempo para llevar a cabo una transformación y más acercándonos a la carrera presidencial.

De entrada, afirma que tiene buenas ideas, pero “el diablo está en los detalles”, como siempre.

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Alfredo Coutiño dice que el exasesor del Presidente será el tercer secretario de Hacienda que llega en la primera mitad de la Cuarta Transformación.

Lo anterior, enmarcado con los antecedes de los dos titulares anteriores, que vieron el margen de independencia fiscal reducido, e incluso supeditados a los designios del Ejecutivo, matiza.

“Si es capaz de lograr esa independencia podríamos hablar de una nueva era”, establece el analista.

De los primeros trabajos que se planteó Ramírez de la O tras haber asumido las funciones de secretario de Hacienda mientras es ratificado por la Cámara de Diputados, afirma que podrían convertirlo en un supersecretario, al verse más involucrado en cuentas del sector energético y en potenciar la banca de desarrollo.

Para Petróleos Mexicanos (Pemex) se necesitaría un plan integral, acota, que solucione su precaria situación financiera, y liberar las cuentas fiscales de la pesada carga que representa.

Del Plan Financiero Multianual que propuso hasta 2024, considera que va en el sentido correcto para una política fiscal de mediano plazo, y evitar caer en medidas cortoplacistas.

En su opinión no se contrapone con el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide), al contrario, se enmarca dentro de éste, aunque con adecuaciones propias.

Raúl Feliz considera que todo secretario de Hacienda aspira a ser exitoso y llevar a cabo las ideas que por años se han tenido.

En el caso de Ramírez de la O, refiere que ha acompañado a López Obrador desde 2006, y desde entonces ha externado públicamente una serie de opiniones.

Fue crítico de los gobiernos que llaman neoliberales, creía que el país no se estaba desarrollando ni creciendo, refiere.

Ahora estará a cargo, pero advierte que no tendrá tiempo para concretar una transformación.

“Le deseo suerte, porque estaremos envueltos en un ambiente electoral, tendrá dos años para sentar las bases de esa nueva época”, puntualiza el economista.

El Universal