Inauguran décima edición del Festival Internacional de Poesía de CDMX

La décima edición del Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México (FIPCM) fue inaugurada este jueves en el marco de la XXI Feria Internacional del Libro en el Zócalo. A lo largo de tres días 23 poetas compartirán su trabajo en los Foros Antonio Helguera, Francisco Hagenbeck y Enrique González Rojo.

En el acto inaugural, efectuado en el Foro Antonio Helguera, participaron los poetas Susana Reyes de El Salvador, Xhevdet Bajraj, originario de Kosovo, pero radicado en México, y la chiapaneca Matza Maranto Zepeda. Manuel Cuautle, director del FIPCM, disculpó la participación del cubano Waldo Leyva, ya que se encontraba en Guanajuato con motivo del 49 Festival Internacional Cervantino, cuyo país invitado es Cuba.

Cuautle recordó que la idea del FIPCM nació justamente de conversaciones sostenidas con Leyva y Eduardo Langagne. Aunque hay muchas actividades literarias en la ciudad, no había un festival que fuera representativo de esta disciplina. Leyó varios poemas del cubano como Contra la desmemoria.

Una selección de poemas de los participantes presentes fue leída por medio de una serie de rondas. En el caso de Bajraj, académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, se trató de poemas desgarradores y llenos de pesar como el fragmento del libro Temporada de las flores tristes: “Una vez perdí una patria y ahora vivo aquí con el estómago lleno y el alma hueca, buscando donde conectarme para carga las pilas que me están agotando. La luz es la misma, las sombras de siempre me persiguen, pero el enchufe es distinto”.

Otros poemas de Bajraj, como Su risa, El niño talentoso y El vendedor de pequeños ángeles de madera, se referían a los acontecimientos bélicos en la exYugoslavia. Cuautle le pidió que leyera uno en su lengua materna, el albanés, “para que los asistentes sienten su fuerza”. Complació con El caballo de niebla.

Susana Reyes y Matza Maranto Zepeda coincidieron en la cercanía existente entre Chiapas y Centroamérica, ya que padecen conflictos parecidos. “La cercanía es dolorosa a veces porque tristemente aparecemos en los noticieros, en los programas de apoyo de lo que sea, sólo a través de las problemáticas de la migración. Se olvidan, pues, de cosas como estos encuentros poéticos que también nos hermanan y más profundamente”, señaló Reyes. Directora de una editorial independiente, leyó poemas de su libro Historia de los espejos.

Maranto Zepeda, quien es directora del Coneculta-Chiapas, agregó que Centroamérica y los chiapanecos “nos sentimos apegados en el lenguaje, la gastronomía y en la forma de vivir”. Los poemas seleccionados para su lectura provenían del libro La felicidad era un pequeño trozo de mármol. “En la región Xoque donde vivo, no existen palabras para las enfermedades. Para nosotros la hepatitis es la enfermedad de la tristeza. Hay una leyenda que cuando alguien tiene hepatitis, hay que hacer una búsqueda, ir a un río, y sentarse allí para ver a los peces hasta que se cure”, explicó la académica.

La Jornada