Pobre mujer, está bien entrampada

Bernardo Gutiérrez Parra
Sin presentar ninguna prueba y en un intento imposible por tratar de tapar la caja de pandora, el gobernador Cuitláhuac García recurrió al famoso “nomás porque yo lo digo” al declarar que los documentos de las presuntas casas de Rocío Nahle son falsos, lo que provocó dos reacciones: la primera de la propia Rocío que le mandó decir que no se meta, que mejor no la ayude. Y la segunda de Pepe Yunes.

En conferencia de prensa, el candidato de la oposición al gobierno de Veracruz dijo que el comentario de Cuitláhuac está fuera de lugar porque no es ninguna autoridad para exonerar a la zacatecana de la comisión de un delito. Y lo que delata con esa postura es la participación de su gobierno en el proceso electoral en favor de Nahle y de los candidatos y candidatas de Morena a puestos de elección popular.

En respuesta, los asesores de Morena siguen enviando mensajes a medios y portales de noticias donde aseguran que su candidata va arriba de Pepe en las encuestas por dos dígitos. La bronca es que ahora ya ni las encuestas muestran.

En el hipotético caso de que sea verdad que Rocío le lleva una ventaja inalcanzable al peroteño, la casa de El Dorado (que ya fue vaciada de muebles, cuadros, Suburbans, etc.) la plantó en la realidad. Si esa ventaja existió fue cuando Pepe aún no era ni precandidato, pero cuando se inscribió como tal los vientos comenzaron a soplar a su favor. Y siguen soplando de esa manera.

Este martes Yunes Zorrilla estuvo en el programa radial de Ciro Gómez Leyva donde dijo textual: “Nunca ha habido un gobierno tan malo como el que encabeza Cuitláhuac García y eso lo saben todos los veracruzanos”. Y explicó por qué; porque desatendió las carreteras, los servicios de Salud y jamás brindó seguridad a los veracruzanos, entre otras cosas.

De Rocío dijo que es una mentirosa y soltó una bomba que debió cimbrar a Cuitláhuac y a la propia candidata: “El presidente de la República sabe en su fuero interno que Nahle le falló, que la candidata le mintió con lo de Dos Bocas y que se equivocó con Cuitláhuac y por eso van a perder Veracruz, al margen de que representamos la mejor opción”.
Y fue más allá.

Presentó ante la Fiscalía General de la República una denuncia contra la zacatecana por enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Y es que no es solo la casita de El Dorado, sino que al parecer la mujer tiene más propiedades.
Descubierta y apabullada, Rocío contestó con un tuit muy débil donde acusa a peroteño de tener una doble vida.

Pero sus asesores, esos que la mandaron al café de La Parroquia el domingo de Resurrección para que los comensales la corrieran a gritos, esos que no le enseñan ni algo tan elemental como el nombre de los municipios (ayer dijo Tamiagua en lugar de Tamiahua), le están aconsejando ir al noticiero de Ciro y contestar desde ahí a Pepe Yunes.

Y qué bueno. Pero si llega con consignas en lugar de argumentos, el periodista la va a hacer pomada. Ni a Ciro, ni a su auditorio y menos a los veracruzanos les interesa saber que es un honor estar con López Obrador, o que va a continuar la 4T lo que equivale a más asesinatos, secuestros y balaceras. Todo mundo querrá escuchar argumentos sólidos y concretos. ¿Los llevará la señora?

Su soberbia nunca la dejó ver que el castillo de naipes que levantó con encuestas a modo se vendría abajo al menor soplido. Ni que el apoyo de su jefe el presidente (que al parecer ya la dejó a su suerte) sería suficiente para ganar la gubernatura.

Rocío está haciendo una campaña a la defensiva y a contracorriente no contra Pepe Yunes sino contra ella misma. Una casita de 40 millones de pesos en un exclusivo fraccionamiento amenaza con echar por la borda su sueño de ser gobernadora de un estado que no conoce y cuyos habitantes poco le importan.
Pobre mujer, está bien entrampada.

bernardogup@hotmail.com