En medio de la persistente violencia política y de género en el estado de Veracruz, la zacatecana Rocío Nahle, candidata a la gubernatura por la coalición de Morena-PT-PVEM ha convocado una manifestación de apoyo a sí misma, generando controversia y críticas por parte de activistas y miembros de la sociedad civil.
El estado de Veracruz ha sido testigo de una escalada de violencia, como lo demuestran los recientes asesinatos brutales de dos alcaldesas en funciones. Este sombrío panorama se agrava con la alta tasa de personas inscritas en el registro nacional de personas sancionadas, así como la persistencia de feminicidios, violencia de género y secuestros, situaciones que han llevado al estado a ocupar los primeros lugares en estas estadísticas alarmantes.
En este contexto, la convocatoria de la candidata a la gubernatura de Veracruz ha sido recibida con sorpresa y críticas. Se cuestiona la pertinencia de una manifestación de apoyo a sí misma, cuando en el estado persisten problemas urgentes de violencia política y de género. Más aún, se destaca la falta de protección y apoyo a las mujeres en la política, como lo evidencia la solicitud de acompañamiento para una candidata en riesgo.
Los críticos han señalado que la convocatoria de la candidata desvía la atención de los problemas reales que enfrentan las mujeres políticas en Veracruz, como el acoso y el hostigamiento sexual y laboral. En lugar de manifestarse en su favor, se hace un llamado a una mayor atención y apoyo a las mujeres que han sido abandonadas por la política estatal.
La convocatoria ha generado un debate sobre la trivialización de la violencia política y de género, así como sobre la responsabilidad de los líderes políticos en abordar estos problemas de manera efectiva. Mientras tanto, la sociedad civil y los activistas continúan exigiendo medidas concretas para proteger a las mujeres en la política y erradicar la violencia de género en el estado de Veracruz.
