La ciudad de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, fue escenario de una emotiva pero a la vez desgarradora marcha, donde un centenar de padres, niños, niñas y organizaciones no gubernamentales alzaron la voz exigiendo justicia por los casos de desaparición, violencia sexual y por una infancia libre de violencia. Sin embargo, más allá de la manifestación de solidaridad y dolor, la pregunta que queda en el aire es: ¿cuántos más tendrán que desaparecer para que las autoridades actúen?
La movilización surge en un contexto alarmante, con un aumento preocupante de casos de desapariciones infantiles en la región. Según datos proporcionados por la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), tan solo en lo que va de 2024 se han reportado 11 desapariciones, mientras que desde 2020 hasta marzo de 2024 se han presentado más de 2 mil denuncias.
La desesperación y el temor se reflejaron en las consignas de los manifestantes, quienes clamaban por paz, seguridad y justicia. Sin embargo, ¿qué respuesta han recibido hasta ahora? La falta de acciones contundentes por parte de las autoridades es evidente, dejando a la población vulnerable y expuesta a la violencia.
La crisis de desapariciones en Chiapas, que se ha agudizado desde 2021, exige una respuesta urgente y eficaz por parte de las autoridades. Los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de las Casas han sido los más afectados, concentrando casi la mitad de los casos. ¿Cuántos más tendrán que sufrir antes de que se tomen medidas reales para proteger a la infancia?
La marcha, encabezada por niños y adolescentes, es un grito desesperado en busca de justicia y seguridad. Es hora de que las autoridades escuchen y actúen antes de que sea demasiado tarde. La infancia de Chiapas merece un futuro seguro y libre de violencia, y es responsabilidad de todos garantizarlo.
