El temor y la indignación se apoderan de los recolectores de basura en Chimalhuacán, quienes denuncian ser víctimas de extorsión por el temido “cobro de piso”.
Jorge Salas, líder del Grupo Salas Recolectores, relató el impactante momento en el que un hombre llegó a su lugar de trabajo, exigiendo una cuota semanal de 50 mil pesos para permitirles continuar con sus actividades. “Me dijeron que ya valimos madres”, reveló Salas en una entrevista para Radio Fórmula, visiblemente preocupado por las amenazas.
Paralización de operaciones y temor generalizado
Ante el temor de represalias, Salas ha decidido detener la operación de sus 60 unidades recolectoras, lo que ha dejado a 400 familias en la incertidumbre. La gravedad de la situación llevó a los recolectores a manifestarse el pasado 6 de agosto en el Bordo de Xochiaca, exigiendo seguridad y protección por parte de las autoridades.
¿Soluciones insuficientes?
La respuesta oficial ha sido escasa. “Desplegaron una patrulla en el sitio”, comentó Salas, quien, junto con otros recolectores, ya presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Sin embargo, la preocupación persiste, y la comunidad teme que esta medida no sea suficiente para detener la extorsión.
Un llamado urgente a la seguridad
La situación de los recolectores en Chimalhuacán subraya la creciente amenaza del crimen organizado en actividades esenciales para la comunidad. Las familias afectadas y los ciudadanos exigen acciones concretas y efectivas para proteger su derecho a trabajar en paz y seguridad.
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