La aplicación del IVA a la cesta de la compra levanta una tormenta política en Colombia

La reforma de los impuestos al consumo en Colombia amenaza con poner contra las cuerdas al presidente Iván Duque. Su Gobierno presentó la semana pasada un proyecto de ley de financiamiento que contempla una ampliación de la cobertura del IVA -actualmente fijado en un 19% para la mayoría de productos- hasta suponer el 80% de la cesta de la compra. Al previsible rechazó de la oposición y de los sectores productivos se sumó también el del Centro Democrático, el partido fundado por el exmandatario Álvaro Uribe y que aupó a Duque. El Ejecutivo busca recaudar cerca de 4.500 millones de dólares para programas sociales, infraestructuras e implementación de los acuerdos de paz.

Los colombianos, si el Congreso aprueba finalmente la reforma, pagarán el IVA por productos básicos como arroz, leche, carne, huevos, frutas y verduras. Las rentas más bajas con ingresos por debajo de 789.000 pesos -unos 250 dólares-, es decir, alrededor del 30% de la población, podrán acogerse a un sistema de compensación. El Gobierno propone una reducción gradual la tarifa del IVA hasta el 17%. No obstante, el incremento inmediato de la carga, que afecta sobre todo a las clases medias, ha levantado una tormenta política que enfrenta al presidente con todo el mundo, incluso con sectores importantes de su propio partido.

“La propuesta de gravar con IVA artículos básicos de la canasta familiar ha creado una justificada preocupación ciudadana, que si bien podría compensarse con la devolución a los compatriotas más pobres, persistiría la afectación a compatriotas de ingresos medios. Por lo tanto, respetuosamente solicitamos buscar alternativas diferentes a este gravamen a la canasta familiar. Algunos compañeros expresan que es imperativo que los alimentos básicos sean excluidos”, solicita el Centro Democrático en un comunicado.

Este pronunciamiento, que se produce cuando el Ejecutivo cumple tres meses en el cargo, obligó a la formación, de la que el mandatario representa el sector más moderado, a hacer equilibrios y aclarar: “Reiteramos nuestro apoyo al presidente, Iván Duque, y a todo su Gobierno. Estamos confiados en que con su talento y patriotismo encontrará las mejores alternativas”.

De hecho, Duque ganó las elecciones a la Casa de Nariño con un programa centrado en el crecimiento económico, en la bajada de impuestos y en la mejora de la remuneración. Sin embargo, ahora su gabinete ve necesario mejorar los ingresos para poner en marcha o mantener algunos proyectos sociales de alimentación escolar, construcción de infraestructuras, créditos educativos, inversión en el sector agrícola, los subsidios en los servicios públicos y la reinserción de los antiguos combatientes de la subversión. “Colombia requiere generar una gran transformación para la equidad, crear muchos empleos, tener un crecimiento económico más robusto y atender y reforzar los prioritarios programas sociales con los que se benefician millones de ciudadanos. Hacia allá apunta esta ley”, manifestó el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

Prueba de fuego

La prueba de fuego de la fortaleza del Gobierno, por tanto, será la tramitación de la ley de financiamiento en el Congreso. Además de las exigencias del Centro Democrático, Duque y Carrasquilla tendrán que lidiar con los socios que apoyan a la Ejecutivo y con la oposición. El antiguo vicepresidente de Juan Manuel Santos y excandidato presidencial, Germán Vargas Lleras, considera que se trata de un “proyecto inequitativo, facilista y que en su afán recaudador impedirá, una vez más, que la política fiscal se ponga al servicio de la competitividad del país y de la generación de empleo productivo”. “Mala propuesta también que a las personas naturales se les sigan limitando los beneficios en el impuesto sobre la renta”, lanzó a través de Twitter.

El senador Gustavo Petro, que compitió con Duque en segunda vuelta, propuso dos alternativas a la aplicación del IVA a la canasta básica. En primer lugar, “reformar el sistema de pensiones para que los asalariados con hasta cuatro salarios mínimos coticen”. En segundo lugar, gravar a los “poseedores de tierra fértil no productivos, a dividendos, a utilidades financieras, y al carbono en las importaciones”.

Las valoraciones de Sergio Fajardo, el exalcalde de Medellín y también aspirante a la presidencia en los últimos comicios, ofrecen una fotografía bastante fiel del momento político, “Muy difícil indisponer a tantas personas en tan corto tiempo. El Gobierno Nacional lo logró con la reforma tributaria”, señaló. “Promesas falsas (populismo electoral), proyecto sin rumbo, incapacidad para explicar y dirigir. Destrucción de confianza. Miren nuestra propuesta en la campaña. Seriedad”, escribió en la misma red social.

El País