Escalan las guerras intestinas de la 4T

Salvador García Soto

Hasta ahora soterradas, pero alentadas por la sucesión presidencial adelantada que declaró desde hace un año el presidente López Obrador, las luchas internas entre los aspirantes de Morena al 2024 escalaron ayer y se hicieron públicas y abiertas con el ataque anunciado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien anoche desde su versión campechana de las mañaneras, titulada “La Noche del Jaguar”, lanzó un zarpazo en contra del coordinador morenista del Senado, Ricardo Monreal, a quien exhibió con capturas de pantalla de mensajes de WhatsApp que intercambiaban el senador morenista y el dirigente nacional del PRI.

La acusación de Layda a partir de esas conversaciones, es que Ricardo Monreal “traicionaba al movimiento” al alertar “y dar pitazos” a Alejandro Moreno sobre las investigaciones en su contra, tanto del gobierno de Campeche como de la Federación. “Esto demuestra que Monreal siempre ha jugado con Dios y con el Diablo”, dijo la gobernadora, quien dijo tener “hasta 800 mensajes” de conversaciones entre el coordinador morenista en el Senado y el líder nacional del PRI. Sobre cómo obtuvo esas conversaciones privadas, la mandataria se limitó a decir “yo no los espío, a mí me las entregan”.

Y aunque Ricardo Monreal anunció que procederá legalmente contra la gobernadora campechana, por incurrir en actos ilegales, del lado de Layda se colocaron públicamente el presidente López Obrador y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quienes respaldaron sin dudarlo a la mandataria morenista. Como siempre en “nado sincronizado” con el presidente, Sheinbaum dijo ayer que “Layda tiene todo mi cariño, respeto y admiración” en su enfrentamiento con Monreal, pues se refirió a ella como “víctima de violencia política”, luego de que el presidente dijera desde el lunes que “a Layda la quiero muchísimo” y, aunque consideró “de mal gusto” que se confronten entre sí los políticos de su partido, defendió a Sansores como “una mujer luchona, que ha sido atacada y ha aguantado todo”.

Así, con la bendición presidencial y el respaldo de su candidata Claudia Sheinbaum, Layda Sansores abrió fuego contra el líder del Senado, quien habló de “guerra sucia” detrás de los ataques de la gobernadora campechana y advirtió que con esto se están abriendo “caminos sin retorno”, en alusión a posibles rupturas dentro de la 4T provocadas por las ambiciones presidenciales.

Y es que con esta confrontación se podría estar iniciando el camino para que Ricardo Monreal rompa con Morena y con la 4T y busque acercarse a otras fuerzas políticas con miras a buscar una candidatura rumbo al 2024. Porque después de lo ocurrido anoche, con la gobernadora de Campeche, que ya es conocida como “la golpeadora oficial de la 4T”, la misma que realizó el golpeteo y exhibición de conversaciones privadas contra el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ya es claro que para el senador zacatecano y hasta ahora coordinador de Morena en esa cámara, no hay “camino de retorno” y la única ruta parece ser la salida del partido gobernante.

La pregunta ahora sería hacia dónde se moverá Ricardo Monreal que tiene abiertas las puertas de Movimiento Ciudadano, por su cercanía con el líder de ese partido, Dante Delgado, aunque también podría buscar cabida en otras fuerzas políticas o declararse senador independiente para intentar construir su propio movimiento rumbo al 2024, ya fuera del sistema.

No sería la primera vez que Monreal rompe con el sistema. Lo hizo en 1997 cuando abandonó el PRI para aceptar ser postulado por el PRD, que entonces dirigía Andrés Manuel López Obrador, como candidato al gobierno de Zacatecas. Desde esa fecha el zacatecano acompañó al ahora presidente en sus tres campañas presidenciales, coordinó la del 2006 y fue operador electoral fundamental en la de 2012 y en la del triunfo en 2018. El mismo López Obrador dijo el lunes que “a Monreal lo respeto” (no dijo lo quiero, como a Layda) y recordó que él lo invitó a sumarse al PRD porque “el señor Zedillo no quería que fuera candidato del PRI en Zacatecas”.

Pero esta vez, el mismo López Obrador que rescató a Monreal cuando abandonó el PRI sería quien estaría avalando la embestida en su contra para orillarlo a una ruptura con Morena y con la 4T. No hay duda de que lo que inició ayer Layda trae el aval del presidente y por supuesto es parte de una estrategia también alentada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para deshacerse de un político al que ella misma acusó ante el presidente de “traidor” tras las derrotas que sufrió Morena en la CDMX en las elecciones de junio de 2021.

Veremos, pues, cuánto falta para que la tan cacareada “unidad morenista” se rompa con la primera salida de un cuadro político importante, como el líder del Senado, y si ese sería el único rompimiento o vendrán más, conforme se acerquen las definiciones de la sucesión presidencial dentro de un año.

NOTAS INDISCRETAS…

Del origen de las conversaciones que anoche hizo públicas la gobernadora Sansores, producto de espionaje telefónico, no se sabe claramente cómo las obtiene. Ella dice que “simplemente me llegan”, pero desde hace meses, cuando comenzó a exhibir comunicaciones privadas del dirigente nacional del PRI, se especuló que a Layda le mandaban esos audios y mensajes desde el Centro Nacional de Inteligencia, que encabeza el general Audomaro Zapata, aunque también se apuntó hacia el fiscal estatal de Campeche, Renato Sales, quien como exdirectivo de la Policía Federal en el sexenio de Enrique Peña Nieto, tuvo acceso al software “Rafael” de espionaje telefónico, que fue comprado por el gobierno anterior con fines de seguridad. Esta versión cobró tanta fuerza, que incluso los diputados federales del PAN solicitaron que se presentara a comparecer ante comisiones de la Cámara de Diputados el fiscal campechano para que explicara si se está utilizando este programa de espionaje en Campeche; pero Renato Sales ignoró la invitación, a la que por lo demás no estaba obligado legalmente.

Y ayer, a propósito de las nuevas conversaciones presentadas por Layda Sansores, en las que dialogan por mensajería de WhatsApp el líder del Senado, Ricardo Monreal, y el dirigente priista Alejandro Moreno Cárdenas, circularon versiones que apuntaban a que este espionaje tenía como origen a autoridades capitalinas, algo que niegan rotundamente los funcionarios de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum, que se deslindan del tema y nos dicen “nosotros no espiamos a nadie, hacemos trabajo de inteligencia contra el crimen”… El secretario Adán Augusto sigue dando nota y generando polémica con sus declaraciones contra la oposición, que ya son parte de su gira nacional de promoción, no sólo de la reforma militar al artículo 5to. constitucional, sino también a su imagen de presidenciable. Cada vez es más claro que la repentina animosidad y lo claridoso que anda el secretario de Gobernación, son parte de una estrategia para levantar polémica y que su nombre aparezca todos los días en los medios y redes sociales. Adán Augusto es el menos conocido de las tres corcholatas de Morena y cada una de estas polémicas y controversias le vienen muy bien para posicionarse y mejorar sus niveles de conocimiento entre los mexicanos.

Eso sí, mientras se posiciona y hace ruido, Adán Augusto aprovecha también para cobrar algunas “facturas políticas”. Es el caso de sus cuestionamientos y críticas a los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Nuevo León, Samuel García, a quienes ha cuestionado por su incapacidad en el tema de la seguridad de sus estados y por manejar un doble discurso sobre el tema de la participación de las fuerzas armadas en seguridad. Y es que, según dicen en Bucareli, tanto Alfaro como Samuel se comprometieron con Adán Augusto a darle votos de senadores para la reforma militar y ninguno de los dos le cumplió. Así es que ahora el secretario los balconea. Ni hablar, todo lo que ocurre ya en este gobierno y en la política está ligado a la sucesión presidencial anticipada…Dados girando. La primera Serpiente de la semana.

El Universal